La adicción al sexo o hipersexualidad es una problemática que se caracteriza por un conjunto de frecuentes e intensas conductas, pensamientos y fantasías, activación fisiológica y ansia para llevar a cabo conductas sexuales asociadas a la impulsividad y a la carencia de control.

La persona con este trastorno dedica una cantidad excesiva de tiempo en la planificación y la realización de conductas sexuales ante estados de ánimo desagradables como la ansiedad, la depresión, el aburrimiento y la irritabilidad, o bien ante situaciones estresantes. A pesar de intenta controlar o reducir este funcionamiento, se ve involucrado de forma repetida a pesar del riesgo físico, psíquico y emocional que implique por sí mismo u otras personas. La adicción al sexo provoca un fuerte malestar y múltiples interferencias en su día a día como deterioro psicológico, laboral, social, familiar o económico.

Las conductas más habituales en este tipo de problemática son las fantasías sexuales, la masturbación compulsiva, la frecuentación de prostíbulos, la pornografía, el cibersexo, el voyeurismo, el sexo anónimo, las parejas múltiples y una conducta hipersexual obsesiva en una única relación.

Internet proporciona una alta disponibilidad anónima y asequible que facilita este tipo de conductas. Se trata de una adicción que provoca un alto grado de sufrimiento y autodestrucción puesto que la vergüenza y la sensación de culpabilidad suelen conducir a la soledad y el consecuente empeoramiento de la problemática. Esta vivencia es todavía más intensa en el caso de las mujeres, las cuales suelen presentar un pronunciado descenso de la autoestima, rechazo propio y depresión.

Perfil
A pesar de que hay una amplia variedad de perfiles con esta patología, se observan frecuentemente personas que han presentado insatisfacción sostenida, carencias afectivas y uso de sustancias adictivas.

El perfil de persona que pide ayuda profesional por adicción al sexo puede ser muy diverso pero es habitual que se trate generalmente de hombres entre 20 y 40 años. Es frecuente que se presente alguna otra problemática comórbida como ansiedad, depresión, baja autoestima, hiperactividad, alteraciones del sueño, trastornos de la personalidad y otras adicciones (a menudo adicción al alcohol, a la cocaína y en las nuevas tecnologías).

Tratamiento
El proceso terapéutico de la adicción al sexo tiene como objetivo que la persona aprenda a gestionar esta problemática y logre su bienestar físico, mental, social y emocional. Para conseguirlo, hay que pasar por diferentes fases: la desintoxicación, la deshabituación, la rehabilitación y la reinserción.

Desde UPHILL Centre d’Assessorament Terapèutic ofrecemos un tratamiento personalizado que se adapta a las características individuales de la persona afectada. Es necesario conocer con detalle el caso para poder valorar cuál es la intervención terapéutica más adecuada.


Echeburúa, E. (2012). ¿Existe realmente la adicción al sexo? Adicciones, 24 (4), 281-286.