
La recuperación de la adicción no implica solo dejar de consumir, sino también tener la capacidad de mantener de forma prolongada la abstinencia. Así pues, una parte fundamental del proceso terapéutico se centrará en la prevención de recaídas.
Cuando hablamos de recaída hacemos referencia al retroceso hacia pensamientos y comportamientos característicos de la adicción activa que comportan el retorno al consumo.
Es importante entender que la recaída sucede de forma gradual: empieza semanas o incluso meses antes de que se lleve a cabo el consumo.
El objetivo del tratamiento es ayudar a reconocer y actuar en las etapas iniciales de recaída, debido a una mayor probabilidad de éxito para reconducirlo.
Aprender a identificar las señales de alerta y desarrollar habilidades de afrontamiento saludables serán dos herramientas de gran utilidad.
Dentro del proceso gradual de la recaída, podemos distinguir tres etapas:
- Recaída emocional
Se trata de la fase inicial de recaída psicológica donde la persona no piensa en consumir, pero las emociones y los comportamientos la están acercando a una recaída futura.
La persona recuerda periodos donde consumía y no quiere repetirlo. Por este motivo, es frecuente la negación del inicio del proceso de recaída.
Indicadores:
- Acumulación de emociones no compartidas
- Aislamiento
- Desvinculación terapéutica: no ir a terapia o ir pero no compartir
- Enfoque en los problemas o el funcionamiento de otras personas
- Deficiencia en el autocuidado emocional, psicológico y físico: sueño, alimentación, tiempo para uno mismo…
Fruto de un autocuidado personal deficiente prolongado aparece el malestar al alza. La persona se siente incómoda, inquieta, irritable, descontenta y tensa.
2. Recaída mental
Esta etapa se caracteriza por la dualidad mental entre consumir y no hacerlo. El malestar ocasionado por la recaída emocional fomenta el deseo de escapar mediante el consumo. Progresivamente, la resistencia cognitiva a la recaída va disminuyendo, mientras que la necesidad de huir del malestar aumenta.
Indicadores:
- Ansia por consumir
- Pensar en personas, lugares o cosas asociadas al consumo pasado
- Idealizar el consumo pasado o minimizar las consecuencias
- Imaginar oportunidades de recaída consideradas más aceptables: consumir solo durante un periodo, sustituir el tipo de consumo por otro, plantear la posibilidad de recaer periódicamente y después reconducirlo…
- Planificar la recaída
- Recaída física
La última etapa del proceso de recaída corresponde al momento en que la persona vuelve a consumir. Debido a la no reconducción de las fases previas a nivel emocional y mental, el deseo de consumir acaba ejecutándose.
Hay que tener presente, que la prevención de recaídas se inicia mucho antes de decir no a una oportunidad de consumo.
Aspectos clave en la prevención de recaídas
A pesar de que cada fase dentro del proceso de recuperación tiene sus propios riesgos de recaída, la prevención se basa en los siguientes principios:
- Incorporar cambios en la vida para alejarla del consumo
- Ser completamente honesto
- Pedir ayuda
- Practicar el autocuidado físico, mental y emocional
- Seguir las pautas recomendadas
Desde UPHILL Centre d’Assessorament Terapèutic acompañamos a las personas que sufren una adicción y a su entorno más próximo, en todo el proceso de recuperación.
Melemis S. M. (2015). Relapse Prevention and the Five Rules of Recovery. The Yale journal of biology and medicine, 88(3), 325–332.