
El alcoholismo o adicción al alcohol es una enfermedad crónica caracterizada por una pronunciada dependencia al alcohol. La persona con esta problemática consume alcohol durante más tiempo o en mayor cantidad del que tenía previsto inicialmente. Cuando intenta dejar de consumir o controlarlo, tarde o temprano acaba volviendo debido al fuerte malestar que aparece.
El consumo de alcohol recurrente provoca problemas e interferencias en su día a día: se deteriora su salud tanto física como mental y disminuye su implicación en el trabajo, la familia, las amistades, su tiempo libre, etc.
Debido a que el alcohol es una droga legal y socialmente aceptada, el alcoholismo a menudo es negado o minimizado. Por este motivo, las personas piden ayuda profesional cuando se encuentran desbordados en una fase avanzada. Cuanto más se tarde se realice el tratamiento, más larga y compleja será su recuperación.
Perfil
Desgraciadamente cada vez es más frecuente el consumo abusivo de alcohol entre la población más joven. De todas formas, hay que diferenciar lo que es un abuso de una adicción puesto que esta última se caracteriza por la pérdida de control y las consecuencias negativas que genera.
Así pues, a pesar de que el consumo de alcohol se inicia en edades muy tempranas, la adicción se desarrolla con el paso del tiempo y con la continuidad al alza de este consumo.
El perfil de persona que pide ayuda profesional por alcoholismo puede ser muy variado, pero es habitual que se trate de hombres y mujeres entre 40 y 60 años en que la adicción ya está instaurada. Es frecuente que se presente alguna otra problemática comòrbida como depresión, ansiedad, trastorno de personalidad, problemas de sueño y/o disfunciones sexuales.
Además, hay que tener en cuenta que el alcoholismo a menudo se presenta con la adicción a otras sustancias como los ansiolíticos (diazepam/valium, lorazepam/orfidal, alprazolam/trankimazin, clorazepato/tranxillium) o la cocaína. También se pueden presentar adicciones comportamentales como la ludopatía y el sexo.
Tratamiento
El proceso terapéutico de la adicción al alcohol tiene como objetivo que la persona aprenda a gestionar esta enfermedad y logre su bienestar físico, mental, social y emocional. Para conseguirlo, hay que pasar por diferentes fases: la desintoxicación, la deshabituación, la rehabilitación y la reinserción.
Desde UPHILL Centre d’Assessorament Terapèutic ofrecemos un tratamiento personalizado que se adapta a las características individuales de la persona afectada. Es necesario conocer con detalle el caso para poder valorar cuál es la intervención terapéutica más adecuada.