El tratamiento de la adicción implica transitar por distintas fases acordes con los objetivos terapéuticos de cada momento. Dejar de consumir va más allá de finalizar la ingesta de la sustancia adictiva (alcohol, marihuana, cocaína, etc.) o de parar con la conducta problemática (juego, sexo, nuevas tecnologías, etc.). La adicción es un trastorno mental crónico que requiere un apoyo profesional especializado con el fin de recibir la cobertura terapéutica necesaria para cada reto que surge dentro del proceso de recuperación.

Las fases que componen el tratamiento son:

  1. Asesoramiento terapéutico
  2. Desintoxicación y adaptación
  3. Deshabituación y cambio de hábitos
  4. Rehabilitación
  5. Reinserción y seguimiento

En el presente post, nos centraremos en la tercera fase: la deshabituación y el cambio de hábitos. Se puede acceder al contenido del resto de fases en otros posts de nuestro blog.

En este estadio, el objetivo consiste en el aprendizaje de estrategias para afrontar factores de riesgo y controlar la impulsividad.

Llegados a esta fase, el/la paciente ha logrado la desintoxicación minimizando los síntomas del síndrome de abstinencia y debe entrenar las habilidades necesarias para mantener la sobriedad.

A lo largo de este período, se incluirán los siguientes aspectos:  

  • Identificación de factores de riesgo que acercan al/la paciente al consumo
  • Aprendizaje de estrategias para hacer frente a los factores de riesgo mencionados mediante múltiples técnicas cognitivas y conductuales: control de estímulos, exposición con prevención de respuestas, entrenamiento en solución de problemas, entrenamiento en reducción del estrés, relajación, entrenamiento en habilidades sociales, reestructuración cognitiva, entrenamiento del autocontrol, etc.
  • Introducción de cambios de hábitos acordes con el nuevo estilo de vida.

Lograda esta fase de tratamiento, el/la paciente ha empezado a construir una base sólida sobre la cual sustentar una vida satisfactoria sin consumo. Posteriormente, se procederá a consolidar los aprendizajes hechos y reajustar los cambios oportunos para hacerlo sostenible en el tiempo.