Cuando alguien piensa en superar una adicción, a menudo le viene en mente la fase de desintoxicación con el objetivo de eliminar del cuerpo la sustancia adictiva.

Es habitual pensar que rehabilitarse de las drogas (adicción a la cocaína, adicción al cannabis, adicción al alcohol, adicción a los opiáceos…) o dejar atrás una adicción conductual (adicción al sexo, adicción a las redes sociales, ludopatía…), implica simplemente poner fin al consumo. Pero dejar de consumir, es decir, superar la fase de desintoxicación, es sólo el primer paso para una abstinencia continuada y satisfactoria.

Ponerse en manos de un centro especializado en el tratamiento de adicciones implicará transitar inicialmente por la etapa de desintoxicación de forma ambulatoria o mediante ingreso en clínica. Posteriormente, será muy importante seguir recibiendo el apoyo terapéutico oportuno para mantener los logros conseguidos.

Durante la desintoxicación se limpia el cuerpo físico de la sustancia o conducta adictiva, pero la mente sigue estando intoxicada: la persona adicta, sin ser consciente de ello, tiene miles de asociaciones mentales en las que estímulos muy diversos la conectan con el consumo, y, por lo tanto, la ponen en riesgo de recaída.

Por lo tanto, una vez lograda la desintoxicación, es decir, dejar de consumir, vendrá la parte más compleja pero más importante, mantenerse sin consumo construyendo una vida plena y satisfactoria.

La adicción es una enfermedad mental que requiere un tratamiento psicológico en un centro especializado en adicciones.  Des de UPHILL Centro de Asesoramiento Terapéutico ofrecemos acompañamiento profesional personalizado a lo largo de todo el tratamiento de la adicción en Girona.