
Cuando hablamos de policonsumo nos referimos al consumo de más de una droga o tipo de droga por parte de una persona ya sea de forma simultánea o posterior. A la vez, el policonsumo no solo hace referencia a sustancias psicoactivas sino también a conductas con potencial adictivo como puede ser el caso de la combinación de la ludopatía (juego patológico) con el alcohol o bien la dependencia a las nuevas tecnologías junto con el consumo de cannabis.
Generalmente, el policonsumo se produce por dos motivos: o bien para aumentar o bien para contrarrestar los efectos de una droga o una conducta. A pesar de que inicialmente el abuso se suele producir con una única sustancia o conducta, cuando se genera la adicción es muy frecuente que la persona tenga la necesidad de incorporar un consumo diferente y, por lo tanto, aparezca el policonsumo.
En el caso de querer aumentar los efectos, nos encontramos con personas que han generado una pronunciada tolerancia y que quieren potenciar las sensaciones obtenidas. Algunos ejemplos podrían ser:
– cannabis + LSD
– cocaína + sexo
Otros casos posibles de policonsumo son para contrarrestar los efectos de la droga/conducta o de la abstinencia a esta. Este fenómeno también se denomina dependencia cruzada. Algunos ejemplos frecuentes son:
– alcohol + benzodiacepinas (diazepam, trankimazin, rivotril, lorazepam…)
– cocaína + alcohol
– trabajo + sexo
– dependencia emocional + benzodiacepinas
La persona con adicción tiene la falsa creencia de control ya sea porque consigue más efectos o porque tiene aparente sensación de dominar las sensaciones desagradables. Pero hay que tener presente que es una forma de autoengaño para perpetuar la adicción puesto que lo único que se consigue con esta conducta de riesgo es alargar y agraviar la problemática.
World Health Organization. (2008). Glosario de términos de alcohol y drogas. Ministerio de Sanidad y Consumo de España.